Nadie hace caso del agua que va después de la lluvia, cuando vuelve el sol.
Poco importa si sobre esa agua hay lágrimas después de haber llorado, por amor o por dolor.
El agua se evapora, vuelve al aire, a nuestros
pulmones, respirando el viento que sentimos en la cara. Y las lágrimas
vuelen a entrar en nosotros, como las cosas que hemos perdido, pero nada
se pierde en realidad. Cada segundo que pasa, cada luna que surge no
hace mas que decirnos ¡VIVE! Vive y ama lo que tu eres, como tu seas,
por lo que seas. Mira en lo alto hacia el cielo, cierra los ojos. Y no
te canses nunca de soñar. La vida es muy corta para no ser felices juntos.
1 comentario:
Me ha encantado esta entrada. Y no te canses nunca de soñar, nunca, jamás debemos hacerlo. Tienes un blog genial :)
xoxo -Á
http://nubesd.blogspot.com.es/
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